Una muerte dulce

Título original: Une mort sucrée

Una joven de veinte años vive marcada por su antiestética obesidad. La belleza de su madre es casi un escarnio a su figura deforme; las relaciones con sus compañeros se resienten de su apariencia y sus gustos; el amor se presenta como una quimera inalcanzable. Aunque desde su infancia ha cultivado un talento literario que admira a quienes viven a su alrededor, nada puede compensar las humillaciones a que su sensibilidad debe hacer frente. Un día, escribe serena e impúdicamente en su diario, resuelve optar por el suicidio, por una muerte... blanca. En una respuesta consciente, cínica y provocativa, la protagonista de "Una muerte dulce" decide morir de azúcar: inicia una insólita carrera que la llevará por todas las pastelerías y salones de té de París, y su voracidad es la búsqueda grotesca del escándalo en los ojos de quienes asisten a su nauseabunda glotonería. Cremas, pasteles, manteca, chocolate, dulces de todas clases son las armas ejecutoras de un suicidio por bulimia que en realidad es la negación del cuerpo mismo. Porque, en la sociedad de la imagen, la gordura puede ser ser una tragedia.